domingo, 23 de junio de 2013

Amor y mentira son sinónimos.

Hará cuestión de meses, juró que nunca más se enamoraría, juró que nadie nunca más haría de sus tardes pesadillas, arrancando pétalos con el "me quiere, no me quiere". Juró ante Dios y ante el Diablo(porque no sabe cuál es el de verdad) que nadie conseguiría hacerle entregar su corazón, su tiempo y su amor. Ahora que no lo tiene ni se preocupa por nada, se arrepiente.

Es cierto que el amor, cuando no es correspondido es lo peor, porque es la unión de los peores sentimientos en uno; tristeza, desolación, autoestima baja, dolor, ganas de llorar, más dolor... Pero a su vez, este curioso sentimiento, si se da bien, te da todo lo contrario, todos los buenos sentimientos; amor de sobra, cariño, felicidad, alegría, una autoestima considerablemente alta... en resumen, una eterna dosis de felicidad. Pero para ser así de feliz, tienes que conseguir muchas cosas, como dar con la persona correcta, sufrir antes de decirle que la quieres, ponerte celoso cuando alguien se pone cariñoso con ella, y muchos otros inconvenientes más.

Lleva mucho tiempo sin sentir nada por nadie, se siente como un ser sin sentimientos, cree que es alguien diferente, cree que es raro, que es un monstruo, pero en realidad, es el ser más listo de este mundo. ¿Para qué sufrir por algo que es caduco? ¿Para qué sufrir por algo que acabará tarde o temprano? El amor es una mentira, un sufrir por sufrir, un llorar por llorar. El que se enamora, aunque suene extraño decirlo así, es masoquista, porque se enamora aún sabiendo que le va a doler y que va a acabar peor de lo que estaba si se enamora. Es morir en vida como si nada.

Yo prefiero quererme a mí mismo, que sé que no me voy a fallar. Yo prefiero compartir mis inquietudes con mi perro, que sé que no me va a clavar un puñal por la espalda. Yo prefiero abrazar a mi guitarra, que sé que no va a traicionarme. Yo prefiero guardarme todo ese loco y estúpido amor para mí y los míos, porque es el único amor seguro. El único amor sin fecha de caducidad. Simplemente, el único amor.

No llores por quien ni siquiera quiere saber algo de ti. Nadie merece tus lágrimas, llorar no vale la pena. Guárdate tus lágrimas y tus llantos, lloros y lamentos para cuando algún ser querido se te vaya, porque ese ser querido te ha visto nacer, crecer y formarte como persona y nunca te ha traicionado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario