miércoles, 29 de mayo de 2013

La mujer de mi vida.

Ella es única, incomparable, preciosa. Es la única que me hace feliz. Es la mujer que quiero ver cogiendo en brazos a mis hijos y amamantándolos... Ella es perfecta.

La única mujer que me escucha, comprende y quiere como a su vida. Me encanta protegerla entre mis brazos, darle calor, me encanta oír lo que dice, escuchar todo lo que suelta por su boca, que es tan perfecta como ella, el perfume de su cuerpo, su pelo con ese tacto musical, su cuello largo que me lleva hasta su cabeza, donde cada pensamiento roto se intenta arreglar hasta volver a su estado natural. Su espalda es sobrenatural, suena y huele a paz.

Me encanta recorrer su cuerpo en el silencio de la noche, mientras nadie más nos oye. Y ese sonido tan celestial que ella hace cuando la toco es insuperable. Me siento un ser sobrenatural cuando consigo que haga esos sonidos. A ella le gusta ver cómo le acaricio el pelo suavemente y ella me deja exhausto con su angelical sonido.

Ella no es una mujer cualquiera, solo en mis brazos quiere estar, nunca dejaré que otras manos intenten tocarla, la protejo entre mis brazos como si fuese una princesa. Ella es diferente a todas, ella desprende amor por cada uno de los centímetros de su piel. Ella es la única dueña de mi pensamiento, la que cura mis heridas, la que lo sabe todo de mí mejor que yo, la mujer con la que me desahogo y siento lo que significa amor. Nunca había sentido lo que es el amor, nunca creí en estas cosas, pero con ella todo ha cambiado, ahora sé lo que es amar. Y es que como mi guitarra, no hay nadie.

miércoles, 22 de mayo de 2013

La pesadilla de ver la puerta abrirse.

Ya no caen lágrimas de sus ojos. Ya lo que moja sus pestañas es otro líquido, otro color más agresivo, y ese color sale debido a el sufrimiento al que está condenada. Sus ojos ya no lloran, eso era al principio, ahora lo que cae no se llaman lágrimas, se llama sangre.

Su pelo ya es canoso, no viviente o brillante. Y es canoso no por su edad, ella es joven, es por el miedo, el sufrimiento, el dolor, el llanto, la amargura, la impotencia, el tormento... Su cabello estaba vivo y por culpa de un sinvergüenza, ahora está muerto.

Su rostro antes era bello como el primer rayo de Sol acompañado del Alba, era un rostro feliz, puro, limpio, alegre, despreocupado de todo. Ahora, en cambio, está arrugado por la desesperación, pálido por tantos sustos y miedos, su mirada ya no es llameante y llena de fuerza, ya está apagada y sin ganas de vivir.

Ella vive cada noche teniendo la pesadilla de que él aparezca por la puerta y acabe con la paz y la tranquilidad, ella sufre el calvario de que el hombre que más odia, duerma junto a ella, va muriéndose minuto a minuto al ver que su peor enemigo, su mayor pesadilla es el padre de sus hijos. Le duele que la misma persona que años atrás hizo su vida una maravilla, llena de luz y de esperanza, de felicidad y paz, ahora haya hecho su vida un tormento, un callejón oscuro y sin salida, un calvario a cada segundo, tristeza y lágrimas, y guerra en forma de moratones, arañazos y todo tipo de marcas a lo largo de su dulce piel.

Sin más misión que llevar a sus hijos a la escuela y darles de comer, sale a la calle, la gente la mira atormentada, ya que ni el maquillaje borra las heridas y los recuerdos de tantas noches sin dormir por culpa de el llanto y los golpes. Una vida imposible. Y, aunque le duelan mucho los puñetazos, los empujones y las patadas, más le duele que sus hijos sean testigos de ese maldito crimen.

Maldito sea el hombre que se cree más hombre por pegar a una mujer. Hombre que no sé si seguir llamándolo así, porque por no merecer no merece ni el aire que respira por pegar a una mujer. Un hombre deja de ser hombre desde el primer instante que maltrata a una mujer. Se merece el mismo castigo. Merece el mismo calvario de vida que la mujer que maltrata. Merece la muerte.

Y es que para mí, cualquier hombre que maltrate a la mujer que ha sido su vida, que lo ha querido como a nadie, que ha sido su compañera, su luz, su faro y su todo, pierde todo el respeto que pudiera tenerle. No hay nada peor que el maltrato a la mujer. Va por todas ellas, que aún viendo sus vidas morir, luchan por sus hijos. Va por todos ellas, porque son un ejemplo de valentía, todo lo contrario que los malditos hombres que las maltratan.

domingo, 19 de mayo de 2013

Para qué más Infierno que en el que vivo.

Hay algún cuento por ahí que dice que si no eres buena persona, irás al Infierno. Resulta irónico que las mismas personas que excomulgan a quien aborte o a quien no quiera sufrir más y desee quitarse la vida digan que un tal Dios mandará al Infierno al que no tenga un buen espíritu ni haga buenas obras. Así es la Iglesia.

Dice más de uno que rezando tres padrenuestros, nunca tendrás que ir al Infierno. Ni nunca sabrás nada de él. Irónico esto también, ya que el Infierno no está debajo de este suelo, está precisamente entre el cielo y el Infierno. El Infierno es la calle, la carretera. El Infierno es el mundo en el que vivimos. Y demostrado lo voy a dejar:

Hay niños muriéndose de hambre por muchas zonas de este patético mundo y millones y millones de personas sin hacer absolutamente nada. No me refiero al ciudadano normal y corriente, ese poco puede hacer, pero si una Iglesia puede celebrar fiestas y más fiestas a lo largo del año, podría ahorrárselos y utilizarlos para alimentar a esos niños desnutridos. Luego quieren ser buenos cristianos y que creamos en lo que nos dicen.

El político, qué decir de el político. Roba, engaña, convierte las promesas en mentiras, entre él y el banquero consiguen desahucios de los que luego se aprovechan ellos... No tiene nombre lo que hacen. Nos roban siempre que quieren, es como asaltar un banco, cosa de la que se ocupa precisamente el banquero, no los ladrones. Irónico esto también. Luego al padre de familia, que, por culpa o del político o del banquero, no tiene qué comer y se lleva comida, la necesaria para alimentar a su familia, y lo meten en la cárcel.

Hacen cada Domingo, o cuando les da la gana, corridas de toros, en las que quieren demostrar cierto arte de manera inexplicable y lo único que consiguen es matar a un animal, hacerle sufrir y reírse de él. Ole el arte que hay en España. ¿Te gustaría a ti que te clavase una espada y desangrado diese vueltas sobre el ruedo contigo? ¿Te gustaría que te torease hasta que me harte y entonces te clavo seis o siete banderillas y hasta luego y te corto las orejas y el rabo, a ver cómo te sientes? Eso, según ciertos incrédulos, es arte.

Y ahora la Iglesia, o quien quiera me puede seguir diciendo que si no me comporto bien iré al Infierno, que parece que todavía no se han dado cuenta: el Infierno es la calle, y el demonio es el hombre.

jueves, 16 de mayo de 2013

Esas dos palabras se quedan cortas.

Puede que no te lo demuestre cada día. Puede que la mayor parte del tiempo que estoy contigo, me lo pase peleando. Puede que no te suela hacer caso, ni te obedezca siempre, ni me comporte contigo como te mereces. Pero si hay algo que sé, es que te quiero.

Si 15 primaveras llevo respirando el mismo aire que tú, y durante algún tiempo lo he respirado junto a ti, o más bien, dentro de ti, aunque viviésemos ambos 100 años más, no tendría tiempo para agradecerte todo lo que me has dado. Lo que me has enseñado, lo que me has aportado, lo que te has sacrificado por mí y todo lo que hemos discutido por y tan solo mi bien.

Y es que, me siento tan imbécil cada vez que me paro a pensar que no siempre estarás ahí, y aquí sigo yo, sin tan siquiera darte un beso. Sin abrazarte. Sin decirte que te quiero, y que si un día doy mi vida por alguien, sería por ti. Igual que tú te la jugaste porque yo naciera. ¿Cómo puede decir Dios que él me dio la vida? Lo siento, pero te equivocas, la vida me la dio mi madre. Ella sufrió el parto. ¿Qué hacías tú mientras tanto?

Un día tendré que coger el vuelo e irme. Y ya entonces, espero que sepa darte el cariño que te mereces, aunque puede ser demasiado tarde. Puede que entonces tú ya no estés aquí. Puede que el maldito tirano que se lleva a tus seres queridos ya te haya llevado a ese otro lugar. A ese lugar donde se unen las mejores personas. Ese lugar sin nombre. Y, por eso, me entristezco cada vez que me doy cuenta de que no te demuestro mi amor. Y reconozco que alguna vez lloré pensando que te ibas y me dejabas en este mundo sinsentido. Solo. Desolado. Triste. Muerto por dentro quizá.

Por eso, hoy te lo digo delante de todo el que lea esto, mamá, te quiero.

lunes, 13 de mayo de 2013

La belleza no existe.

Quizá te sientas como yo. Quizá seas uno más de esos. Quizá y solo quizá, te identificarás como nunca antes lo habías hecho leyendo esto.

Aún hay quien en esta sociedad, en el siglo XXI sigue empeñado en querer decidir si alguien es guapo/a o feo/a, sin darse cuenta de que la belleza tan solo está en un sitio: el interior de la persona. Pero como esto todavía hay quien no lo sabe, o mejor dicho, no lo llegará a entender porque, simplemente, su cabeza no da para más, habrá que intentar solucionar este problema por el otro hilo, la otra parte, de la segunda forma posible.

Son muchos los días en los que te miras al espejo y dices "no me gusto", pero eso tan solo es una actitud que puedes tomar o dejar de tomar. Igual que te levantas, te miras y dices que no, puedes mirarte y decir que sí. La cuestión eres tú. Tú eres la única persona que decide si es o no bella. Y ya te digo yo que todas las personas por dentro son bellas, ni tan solo una persona es fea. Todas son bonitas. Tan solo que unas personas son más bonitas que otras, pero guapas, bellas, bonitas y preciosas son todas las personas de este mundo. Sin ninguna excepción. ¿Y sabéis por qué? Porque todos tenemos corazón, todos tenemos una parte bonita dentro de nosotros, y eso es lo importante. No dejes nunca que te dicten las normas de la belleza, porque no existen y porque no hay: todas las personas del mundo son preciosas.

Nunca le hagas caso al espejo, porque él también es materialista, tan solo refleja lo de fuera, lo de dentro no se ve porque es tan bonito que no se puede reflejar. Que no falte un día en el que te levantes y digas "soy guapo/a", porque lo eres, y no hay más discusión. Si sientes que nadie quiere estar contigo, nadie quiere ser tu pareja, tu novio/a, es tan solo por un motivo: que no confías en ti mismo/a. Y eso no puede ser. Tu autoestima debe estar siempre en un punto medio, ni alta ni baja, sino por la mitad. Prueba a confiar en ti, en ser quien eres sin avergonzarte, en quererte a ti mismo, en saber que eres una persona única. Pruébalo y verás como todo cambia. Pruébalo y verás como sale el Sol. Pruébalo y verás que no hay persona más preciosa que la que se mira al espejo cada día sin avergonzarse de nada, porque la belleza la inventó El Corte Inglés. La belleza no existe, la superficial, desde luego, no. La que sí existe y es verdadera y no es efímera es la belleza interior. Por eso te digo que eres una persona preciosa.

"A ti que los espejos
te agrandan los temores,
a ti que los complejos
te escupen su maldad,
a ti que no has tenido 
más suerte en los amores
a ti que los prejuicios
te niegan tu bondad
a ti que una mirada
a destiempo te hace daño,
a ti que no te daban
los besos a rifar,
a ti que media vida
te pasas en tu cuarto
soñando que algún día
tu príncipe vendrá.
Tú que sufres el chantaje 
de la tele y sus estrellas
que te imponen los anuncios
sus conceptos de belleza:
"adelgaza a toda costa
que sino nadie te acepta",
para ser interesante
no hay que ser como son ellas.
Mírate niña al espejo,
si eres tú misma, eres guapa,
no le consientas a esos necios
que hagan sentirte desgraciada".

sábado, 11 de mayo de 2013

Verdaderas compañías.

Puedes tener los amigos que quieras, pero de esos amigos, la grandísima mayoría son conocidos, a los que simplemente, saludas por la calle y poco más. Descartados estos, quedan los amigos con los que sales a la calle, vas al cine, etc... De esos, tan solo dos aproximadamente se preocupan verdaderamente por ti. Y de esos dos, tan solo uno como mucho, es un verdadero amigo que está, ha estado y estará en las malas y en las buenas contigo, pase lo que pase. Pero ese supuesto amigo del que hablamos, no es tan fácil de encontrar, por lo que los bohemios tenemos una forma más simple de encontrar, o, más bien, compensar la ausencia de ese amigo al que se lo cuentas todo, al que todo lo sabe sobre ti mejor que tú, por el que darías la vida y el que daría la vida por ti.

La forma de la que hablo es tan fácil como mirar detrás tuya. Detrás tuya está, en este caso, tu confesora particular, la que lo sabe todo de ti, la que nunca, pase lo que pase, se despegará de ti, con la que te casas durante el parto: tu sombra. Tu sombra hará que nunca te sientas solo, te dará confianza para mirar hacia delante, porque no le gusta que la mires, porque si la miras, sabe que estás mirando hacia atrás.

Y por si a usted, querido lector/a le parece poca la compañía de su sombra, aún tiene otra más. Ésta no se ve, pero se sabe que siempre está ahí cuando nadie más lo está, otra fiel compañera que cuando se junta contigo y la sombra formáis un trío explosivo que es sinónimo de paz, tranquilidad, reposo, inspiración y tantos otros muchos sentimientos y sensaciones armoniosas. Ésta última compañera tiene nombre de mujer, que de hecho lo es, y se llama soledad. La soledad te toma de la mano y no te suelta por mucho que estés llorando, tengas frío, calor, insomnio, te mueras por dentro o por fuera, al contrario de otros muchos falsos amigos de carne y hueso que te apuñalan por la espalda cuando ya han satisfecho sus intereses. Pase lo que pase, la soledad siempre estará ahí. Sabe todo lo que pasa por tu mente, sabe todos esos secretos, que por muchos amigos, novios/as que tengas, jamás sabrán. Solo los sabrás tú, ella y tu sombra. Esos momentos mágicos que paso con ellas dos, no los cambio por nada. Usted puede seguir conversando con sus 30.000 "amigos" que tenga en redes sociales, yo un rato con la soledad y con mi sombra, no los cambio por nada.

viernes, 10 de mayo de 2013

No ames. Sé feliz.

Entregar tu corazón. ¿Para qué? ¿Para dárselo a quien no se lo merece y se lo quede? ¿Para romper el único corazón que tienes? Para eso, me amo yo a mí mismo, sin necesidad de nadie más. No es necesario amar a alguien para ser feliz, la felicidad se basa en otras cosas. En otras muchas. El amor solo es una alternativa no obligatoria. Obligatorio es amarte a ti mismo. Obligatorio es tener salud para ser feliz. Obligatorio es tener autoestima. Obligatorio es saber vivir.

Dicen que los tres pilares de la felicidad son el dinero, el amor y la salud. También dicen que teniendo los dos primeros, el tercero viene de camino. Pero no es del todo así. Para tener salud tienes que ser feliz. Para ser feliz no es necesario querer ni amar ni odiar a nadie. Para ser feliz, tienes que estar a gusto contigo mismo, y para estar a gusto contigo mismo, tienes que tener dinero y amor propio, no externo.

No digo que el amor no sea necesario, digo que es estúpido, inservible y totalmente capaz de poder ser despreciado. Se puede, aunque no lo parezca, no necesitar. Un clavo saca otro clavo. Lo que sí es necesario es el dinero. Es, triste, pero cierto. Demasiado cierto. Nadie se muere por nadie, sino, yo ya habría muerto.