martes, 31 de mayo de 2016

Ni bueno, ni malo.

Seguramente hayas oído hablar del bien y del mal cientos de veces, ¿pero sabes lo que es el bien y lo que es el mal? Obviamente pensarás “pues pedazo de subnormal, el bien es algo que te beneficia y el mal algo que te perjudica.” Ya. Pero, ¿realmente el “bien”, o lo que nos dicen que es bueno, es lo correcto y lo que nos dicen que es malo, es un error? Ahora ya no lo tienes tan claro. Normal, nunca te has parado a pensar que si una norma que nos prohíbe algo realmente nos perjudica, como es una norma y ahí está, es mala y fin del caso. Y no te culpo a ti, la culpa es de otros que nos tienen la mente reconcomida a su favor.

Principalmente, desde bebés nos lo hacen. ¿O no nos decía nuestro/a madre/padre que no estaba bien llorar, meternos cosas en la boca y múltiples cosas más? Cuando llorar, hoy día has podido darte cuenta de que es el mejor método de desahogo que puede existir, aunque la sociedad nos presione y nos diga “no llores, es de cobardes.” ¿Y que mentir está mal, que siempre hay que decir la verdad? ¿Cuántas veces nos lo han dicho? Sin embargo, ellos no dudaban en mentir si podían conseguir un beneficio a causa de esa mentira piadosa. Luego llegas al colegio, y empieza el suceso de “no hagas esto, tienes que hacerlo así, sino está mal.” ¿Y por qué está mal salirte de la línea, profesor? Pues porque él/ella lo decía, y no hay más que hablar. Y no intentes cuestionarle su método, porque su método es infalible y si la gente suspende, es porque no lo hacen como ellos piensan que está bien.

Todo esto es falso, no existe un método correcto y un método erróneo. Existe TU método. Y ese es el único método correcto. No habrá libertad mientras hayan normas para todo, ni crearemos genios ni inventores, ni revolucionarios si todo es de una sola manera y lo contrario está mal. Estamos negando el progreso, y creando borregos en la sociedad, que después gobernarán nuestro país, llevarán nuestra cuenta bancaria y seguiremos en las mismas.
El bien y el mal no existen, están las cosas que te benefician a ti, pero si algo te beneficia está perjudicando a alguien, por eso si le atribuimos los adverbios “bien” y “mal”, para ti ese algo es bueno, pero para otra persona es malo. Lo que pasa que cuando tú te beneficias de algo y perjudicas a alguien, casualmente perjudicas al poder normalmente. Y ahí es donde empieza todo. Si ellos se ven perjudicados, tienen que crear un sistema. ¿Qué sistema? Uno que llevamos inculcado subliminalmente. Haz caso, porque sino suspendes. Haz caso, porque sino te ponemos una multa. Hazlo así, o vas a la cárcel. Y ese sistema, si sigues el patrón de “lo bueno” y “lo malo” les beneficia a ellos y te perjudica a ti, o sea, es bueno para ellos y malo para ti.

En resumen, no dejes que te obstruyan la mente, ten convicción en ti mismo, y esa será la única manera de conseguir logros, porque si sigues su patrón, acabarás siendo como ellos quieren que seas y no tendrás libertad ni personalidad propia ni derecho sobre tus propias actos. Ni bien, ni mal. Ni malo, ni bueno

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